miércoles, 11 de febrero de 2015

A mi pueblo.

Mi mar, mi playa, a mi gente anudado.
El pueblo donde nací, donde vivo,
observo mis dos costas pensativo,
y el campo  de un verde entusiasmado.

Me siento aferrado, con cuerda atado
a sus aromas, a su aire festivo,
aunque, el calor me haga ser esquivo
a veces de sus calles ser amado.

Me confieso pecador criticando
turistas extranjeros de  viaje,
que pisan las tierras por donde ando

con amor carnal, furia salvaje,
sin flecha argenta angelical besando
que en mi ser dejó tan fiel mensaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario